Residency Visas May Spark More Investment from Within and Abroad the US (en Español below)
November 17, 2011
On October 20, 2011, a bipartisan group of U.S. Congressmen introduced the Visa Improvements to Stimulate International Tourism to the United States of America Act (VISIT-USA Act, S.1746) designed to bolster the current housing market by luring foreign investors to buy homes with the promise of a residential visa. Earlier this year, another group of bipartisan lawmakers introduced the Startup Visa Act of 2011 (S.565) intended to create jobs by helping foreign entrepreneurs secure immigrant visas if they raise certain levels of capital for startup ventures from qualified American investors. By reforming the U.S. immigration system, these proposed laws aim to facilitate greater investment both from within the U.S. and from abroad in the hope of providing a much needed boost to the U.S. economy.
The VISIT-USA Act would provide a three-year residential visa for foreign nationals who invest at least $500,000 in residential real estate in the U.S. Under the bill, visa applicants must spend at least $250,000 on a primary residence where they will reside for at least 180 days out of the year while paying taxes. Though not a path to citizenship, the bill would effectively offer extended tourist visas for foreign investors seeking to take advantage of the excess supply of residential properties in the U.S. real estate market.
The Startup Visa Act of 2011 (S.565), on the other hand, would amend immigration law to give foreign entrepreneurs a two-year conditional permanent resident visa (conditional green card) which would convert to a permanent residency (green card) if applicants meet certain conditions. According to its official press release on March 14, 2011, the Startup Visa Act is intended to “drive job creation and increase America’s global competitiveness by helping immigrant entrepreneurs secure visas to the United States.” The Act arose from the absence of a visa category specifically designed for foreign entrepreneurs who want to start a company in the U.S. and currently face limited or no visa options.
While many foreign entrepreneurs wait for the potential passage of the Startup Visa Act, some entrepreneurs may already qualify for an EB-5 immigrant visa to get their businesses under way. Created in 1990, the EB-5 immigrant investor visa is designed for foreign investors who invest a specified amount of capital in the U.S. and who will create full-time employment for at least 10 employees. To qualify for an EB-5 visa, an investor must invest either $500,000 or $1,000,000 depending on where the business enterprise is located.
The EB-5 immigrant investor process has been a growing source of foreign capital in the last two years, with the bulk of visa applications coming from Chinese investors who seek to do business in the U.S. and set a path to citizenship for their families. Additionally, with the ongoing instability in Mexico, growing numbers of wealthy Mexican business owners have been coming to the U.S. seeking to set up shop with the help of the EB-5 visa process in places like Houston, The Woodlands, and the Texas Rio Grande Valley. A recent article in rgVision Magazine notes that scores of Mexican families are currently ready to invest more than $83 million in Rio Grande Valley businesses through the EB-5 immigrant investor program. Many more are likely waiting to do the same in other parts of the state.
With the incentives of a robust Texas economy and potential residency visas, the flow of foreign investors or entrepreneurs seeking to do business in Texas will likely keep growing. This means that new immigrant-owned businesses will need guidance in the legal nuances of setting up and growing a business in Texas to get off on the right foot in their new market. Beyond the hurdles of immigration and tax laws, foreign investors and entrepreneurs will need legal advice on transactional matters such as business acquisitions and dispositions, choice of entity and corporate formation, real estate acquisitions, capital and strategic plan development, and private equity and venture capital funding. Prospective business owners should also seek counsel in the event of potential litigation and discrimination or wage claims, as well as the need for employment counseling, policy creation, and employment-related agreements. Having the necessary legal tools in place to allow immigrant business owners to do what they do best may be enough to spur some growth in our economy.
Visas de Residencia Pueden Provocar Más Inversión en los Estados Unidos Desde Dentro y en el Extranjero
El 20 de octubre de 2011, un grupo bipartidista de congresistas estadounidenses introdujo el proyecto de ley denomindado Visa Improvements to Stimulate International Tourism to the United States of America Act (VISIT-USA Act, S.1746) diseñado para reforzar el actual mercado de la vivienda por atraer inversionistas extranjeros a comprar casas con la promesa de una visa residencial. Este año, otro grupo de legisladores bipartidista introdujo el proyecto de ley denominado Startup Visa Act of 2011 (S.565) destinado a crear puestos de trabajo por ayudar a empresarios extranjeros obtener visas de inmigrante si recaudan ciertos niveles de capital para empresas de inicio por medio de inversores estadounidenses calificados. Reformando el sistema de inmigración de Estados Unidos, estas leyes propuestas pretenden facilitar una mayor inversión tanto desde dentro de los Estados Unidos y del extranjero con la esperanza de proporcionar un impulso muy necesario a la economía de Estados Unidos.
La ley VISIT-USA Act proporcionaría una visa residencial de tres años para los extranjeros que invierten por lo menos $500,000 dólares en inmuebles residenciales en los Estados Unidos. En virtud de la ley, los solicitantes de visa deben gastar al menos $250,000 dólares en una residencia principal donde residen al menos 180 días al año mientras paguen impuestos. Aunque no es un camino a la ciudadanía, el proyecto de ley ofrecería efectivamente visas turísticas extendidas para los inversores extranjeros que buscan aprovechar del exceso suministro de viviendas en el mercado de bienes raíces de Estados Unidos.
La ley Startup Visa, por otro lado, modificaría la ley de inmigración para dar a los empresarios extranjeros una visa de residente permanente condicional de dos años (tarjeta verde condicional) que podría convertir a una residencia permanente (tarjeta verde) si los solicitantes cumplen determinadas condiciones. De acuerdo con su comunicado de prensa oficial el 14 de marzo de 2011, la ley Startup Visa pretende “impulsar la creación de empleo y aumentar la competitividad global de los Estados Unidos por ayudar a empresarios inmigrantes obtener visas a los Estados Unidos.” La ley surgió de la ausencia de una categoría de visa diseñada específicamente para los empresarios extranjeros que quieran iniciar una empresa en Estados Unidos y actualmente se ecuentran con opciones limitadas o sin opciones.
Mientras muchos empresarios extranjeros esperan para la posible aprobación de la ley Startup Visa, algunos empresarios ya pueden calificar para una visa de inmigrante de EB-5 para poner en marcha sus negocios. Creado en 1990, la visa de inversionista inmigrante EB-5 está diseñada para los inversionistas extranjeros que invierten una cantidad especificada de capital en los Estados Unidos y que crearán empleo de tiempo-completo para por lo menos 10 empleados. Para calificar para una visa EB-5, el inversor debe invertir $500,000 o $1,000,000 de dólares dependiendo de donde se encuentra la empresa.
El proceso de inversionista inmigrante EB-5 ha sido una fuente creciente de capital extranjero en los últimos dos años, con la mayor parte de las solicitudes de visa procedentes de inversores chinos que buscan hacer negocios en los Estados Unidos y establecer una ruta de acceso a la ciudadanía para sus familias. Además, con la continua inestabilidad en México, un número creciente de ricos empresarios mexicanos ha estado viniendo a los Estados Unidos tratando de iniciar negocios con la ayuda del proceso de visa EB-5 en lugares como Houston, The Woodlands, y el Valle de Texas. Un artículo reciente en la revista rgVisionseñala que decenas de familias mexicanas están actualmente dispuestas a invertir más de 83 millones de dólares en empresas del Valle de Texas a través del programa de inversionista inmigrante EB-5. Muchos más probablemente esperan hacer lo mismo en otras partes del estado.
Con los incentivos de una robusta economía de Texas y posibles visas de residencia, es probable que el flujo de inversionistas o empresarios extranjeros que buscan hacer negocios en Texas siga creciendo. Esto significa que nuevas empresas propiedad de inmigrantes necesitarán orientación en los matices legales de la creación y crecimiento de un negocio en Texas para bajar con el pie derecho en su nuevo mercado. Más allá de los obstáculos de las leyes de inmigración e impuestos, los empresarios e inversionistas extranjeros necesitarán asesoramiento jurídico sobre cuestiones transaccionales tales como adquisiciones y disposiciones de negocios, elección de entidad y formación corporativa, adquisiciones de bienes inmuebles, desarrollo del plan estratégico y de capital, y financiamento de capital privado y capital de empresa. Los empresarios futuros también deben buscar el consejo de abogados en caso de posible litigio y de reclamaciones sobre la discriminación o el salario, así como la necesidad de la consejería de empleo, creación de políticas, y acuerdos relacionados con el empleo. Contar con las herramientas legales necesarias para permitir a los empresarios inmigrantes a hacer lo que mejor saben hacer puede ser suficiente para estimular el crecimiento de nuestra economía.